En la oscuridad de este pozo que hay aquí dentro
por la que directamente desciende de mi conciencia al alma,
para esconder el llanto errante de mi pluma
de la que manan palabras vestidas de negro
que persiguen mudas fluir en tus madrugadas
para quedarse sentadas a horcajadas
entre tu pecho y tu espalda.
En el misterio de un anhelo
que suave busca besar el cielo
guardo impalpable un secreto
que te baña de amor discreto.
Se dilatan mis venas
avivando el fluir de mi sangre,
cuando columpias tus dedos
por entre los encajes de mi pecho,
y con cada eslabón del rosario,
vas tallando tu nombre,
incendiando el quejido
en el universo de mi cuerpo.
Y se me abre la vida ante tus ojos,
contorneando el sentimiento,
inhalando tu aliento,
flexionando mi alma,
cuando retuerces tus gemidos
sobre mi blanca piel de seda.
Por el celo de tus ojos que me pertenece
y que se hace enigma en un hilo de locura,
por esa piel de seda, por su tersura
abanico de tabú que se me expande y crece
y se hace impreciso y súbito esplendor
en el valle en que se siembra mi amor.
Por las palabras que nacen en tus labios,
que me llevan perennes a tu constelación,
por la mirada que se esconde entre los silencios
y habita viva entre los milagros de tu inspiración,
desgarro este ahogo para encender la vida
hacer mi letra audaz locura sentida
que trepe atrevida y lisonjera
y se haga verso digno a tu vera.
Es por el regalo de tus pupilas,
las que arquean las mañanas de mis días,
y por el rubor de la lluvia fundida,
en el latido que regenera cada húmedo beso,
cuando el diluvio empapa nuestras bocas,
exaltando la tempestad en nuestros cuerpos.
Es por tu esencia que huele a vida,
bajo el influjo de mi mirada,
cuando desafías el vértigo del silencio,
y me haces cómplice con tu aliento
encadenado a mi suspiro,
deslizado por mi cuello,
desnudando mis emociones.
Cautivo verbo que condensa pasiones
prados románticos escritos que trazan
sendas que recorren caminos que llaman
al tintineo constante de los corazones.
Aire impregnado de elixires de vida
viento de vigilia intensa y fluida
voz que susurra en el alma escondida
palabras, palabras concebidas.
Algo más que palabras.
Agapxis y María